En el año 2000 Francisco Felez empieza a realizar la serie “Formas Humanoides sin rostro”. Los cuerpos sin rostro proporcionan al espectador una imagen del anónimo ambiente urbano, figuras despersonalizadas y carentes de personalidad. Sin embargo, por la disposición escénica concreta y la atmósfera creada por la elección de los colores, Francisco logra dar emociones a los cuerpos representados. Consigue así, a pesar del tratamiento abstracto, imágenes que parecen transmitir alma.
Francisco trabaja con dos enfoques diferentes. Por un lado, copia de situaciones reales (en el metro, en los parques o las discotecas...) para realizar los bosquejos. Copia estos dibujos más tarde con óleo, en el lienzo. Aportando así un punto de vista propio en la representación abstracta.
Otras imágenes provienen solamente de la imaginación, cuando utiliza su ojo interior. Se realizan, durante su ejecución, sin dirección consciente. Las reglas establecidas para representación realista, están descartadas. Se abre un espacio intuitivo.
(Texto original en alemán de Elke theimann, traducido por Francisco Felez)
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